Y aún hay más Aquí están las Winx. Noten como la "inteligente" del grupo (es la que está siempre vestida de lila y la que está siempre más tapada, con más ropa, y por cierto, es la única que lleva pantalones en su uniforme de combate) está siempre medio fuera de la escena.
Otra cosa que me produce incontrolables ganas de vomitar es esa onda que está pervirtiendo a las pobres nenas de entre 6 y 12 años, de las “Winx”, las “Bratz” y no sé que mierda más.
Todas una manga de pendejas taradas (los dibujitos, digo) que supuestamente son inteligentes, o guerreras, o no se qué, y van todas vestidas de putas bolicheras a combatir el mal o sencillamente a vivir aventuras pelotudas que nos llevan a pensar en la imagen de putas histéricas desesperadas por un hombre que le dan a las nenas que las ven, y que, como todos lo hicimos, quieren ser como ellas.
Y lo peor, es que realmente son bien tontos los personajes de tales dibujos. Las Bratz, por ejemplo, según he investigado, de lo único que se ocupan es de la moda. Sólo para conquistar el mercado adolescente con imbecilidades inútiles que no aportan nada productivo. Si al menos la moda sirviera para modificar y levantar bajas autoestimas, ok. Pero todo lo contrario. Las nenas y adolescentes se sienten feas o “losers” porque no son o no se visten como las pelotudas esas. Lo mismo que mi generación con las “Barbies”.
Noten que en tales dibujos, siempre son un montón de minas solas, vestidas de putas cabareteras (excepto la inteligente, que siempre está vestida de monja o toda tapada, que casualidad), la cuales tienen muy pocas luces, y siempre hay en cada dibujito un solo hombre, o dos, y siempre todas, de alguna u otra manera, cuando el chabón está cerca, se ponen taradas y se ponen todas al servicio de él o dan muestras de estar desesperadas por su compañía y aprobación.
O sencillamente, como las Bratz o las pelotudas de My Scene, buscan “conquistar a los chicos” como máximo y patético objetivo de su vida.
Y al primero/a que me venga con la apología de las Bratz, my Scene, las Winx o las Barbies le arranco los ojos y se los corto en pedacitos.
O como Rebelde way, por ejemplo, ese programa de mierda que lo único que les transmitía a los adolescentes era una imagen de desafío innecesario a la autoridad, cuando muchas veces velan por nuestro propio bien (aunque claro, no siempre), y de promiscuidad total en que pendejas de 17 años se la pasan encamándose con pendejos de edad similar. Lindo ejemplo.
Así es como luego tenemos embarazos adolescentes, por ejemplo, o chicas que tienen relaciones cuando aún no están listas, con chicos que lo están aún menos, llevándose un horrible chasco o trauma de una experiencia que tiene que ser placentera.
Y con esas rebeldías pelotudas! TRANSMITAN VALORES. Muestren rebeldías reales, quilomberas de verdad, pero por cosas importantes. Eso sí que es bueno; hace que los chicos se sientan fuertes, y que sientan que SÍ pueden cambiar el mundo.
Otra cosa que me produce incontrolables ganas de vomitar es esa onda que está pervirtiendo a las pobres nenas de entre 6 y 12 años, de las “Winx”, las “Bratz” y no sé que mierda más.
Todas una manga de pendejas taradas (los dibujitos, digo) que supuestamente son inteligentes, o guerreras, o no se qué, y van todas vestidas de putas bolicheras a combatir el mal o sencillamente a vivir aventuras pelotudas que nos llevan a pensar en la imagen de putas histéricas desesperadas por un hombre que le dan a las nenas que las ven, y que, como todos lo hicimos, quieren ser como ellas.
Y lo peor, es que realmente son bien tontos los personajes de tales dibujos. Las Bratz, por ejemplo, según he investigado, de lo único que se ocupan es de la moda. Sólo para conquistar el mercado adolescente con imbecilidades inútiles que no aportan nada productivo. Si al menos la moda sirviera para modificar y levantar bajas autoestimas, ok. Pero todo lo contrario. Las nenas y adolescentes se sienten feas o “losers” porque no son o no se visten como las pelotudas esas. Lo mismo que mi generación con las “Barbies”.
Noten que en tales dibujos, siempre son un montón de minas solas, vestidas de putas cabareteras (excepto la inteligente, que siempre está vestida de monja o toda tapada, que casualidad), la cuales tienen muy pocas luces, y siempre hay en cada dibujito un solo hombre, o dos, y siempre todas, de alguna u otra manera, cuando el chabón está cerca, se ponen taradas y se ponen todas al servicio de él o dan muestras de estar desesperadas por su compañía y aprobación.
O sencillamente, como las Bratz o las pelotudas de My Scene, buscan “conquistar a los chicos” como máximo y patético objetivo de su vida.
Y al primero/a que me venga con la apología de las Bratz, my Scene, las Winx o las Barbies le arranco los ojos y se los corto en pedacitos.
O como Rebelde way, por ejemplo, ese programa de mierda que lo único que les transmitía a los adolescentes era una imagen de desafío innecesario a la autoridad, cuando muchas veces velan por nuestro propio bien (aunque claro, no siempre), y de promiscuidad total en que pendejas de 17 años se la pasan encamándose con pendejos de edad similar. Lindo ejemplo.
Así es como luego tenemos embarazos adolescentes, por ejemplo, o chicas que tienen relaciones cuando aún no están listas, con chicos que lo están aún menos, llevándose un horrible chasco o trauma de una experiencia que tiene que ser placentera.
Y con esas rebeldías pelotudas! TRANSMITAN VALORES. Muestren rebeldías reales, quilomberas de verdad, pero por cosas importantes. Eso sí que es bueno; hace que los chicos se sientan fuertes, y que sientan que SÍ pueden cambiar el mundo.
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